Se trata de Jonathan Morel, Leandro Sosa y Gastón Guerra. Asimismo, la vicepresidenta apunta a su vecina porque habría funcionado como cómplice del atentado.

Este miércoles, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, volvió a solicitar la detención de Jonathan Morel, Leandro Sosa y Gastón Guerra, integrantes de Revolución Federal, al insistir en que están vinculados con el atentado contra su vida, ocurrido el pasado 1° de septiembre.
«De las conversaciones descubiertas entre estos integrantes de Revolución Federal surge que planeaban juntar dinero para contratar un sicario… El dinero se encontró y el sicario está preso», publicó en un tuit la mandataria.

En ese sentido, la expresidenta se preguntó: «¿Qué más necesitarán (los camaristas Leopoldo) Bruglia, (Pablo) Bertuzzi y (Mariano) Llorens para unificar causas y detener a todos los responsables? ¿Que me maten? En ese caso ya todos y todas sabrán que, además de quien empuñe el arma, habrá otros responsables».
Según precisa el escrito presentado este miércoles, “el pasado 19 de diciembre, fueron cargados al sistema una serie de informes realizados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Esta prueba, sumada a otra producida tanto en esta causa como en la CFP 2998/2022, obliga a profundizar ciertas líneas de investigación”.
”Al leer los informes realizados por la PSA sobre los teléfonos secuestrados en esta causa, lo que primero surge es la evidente cercanía entre la conducta de los miembros de Revolución Federal y sus allegados con el atentado sufrido por Cristina Fernández de Kirchner el 1 de septiembre”, agrega la presentación.
Morel, Sosa y Guerra, estuvieron detenidos por orden del juez federa Marcelo Martínez de Giorgi, junto a Sabrina Basile, la hija del ex director técnico de la Selección. Luego, fueron procesados con base a la investigación que impulsó el fiscal Gerardo Pollicita, como responsables de formar una agrupación que buscaba “imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor”.
La Cámara Federal ordenó sus excarcelaciones, algo que generó las criticas abiertas por parte de la vicepresidenta pero de incluso del presidente Alberto Fernández contra los jueces que tomaron esa decisión.
CFK también acusa a su vecina de ser cómplice
Asimismo, la ex jefa de Estado también apuntó contra la vecina de su edificio, Ximena Tezanos Pinto, ya que los tres acusados se fotografiaron en su departamento, por lo que pidió que allanen su domicilio y le secuestren el celular.
“Las fechas en las que Guerra, al que también se sumó Sosa, estuvo en el domicilio de De Tezanos Pinto coinciden con el momento en el que [Fernando] Sabag Montiel y Brenda Uliarte estaban en las inmediaciones de Juncal y Uruguay esperando el momento preciso para atentar”, sostienen los abogados de la vicepresidenta.

“El día 15 de agosto se dio una conversación en la que estaban Morel y Sosa, en la se habló de hacer una ‘vaquita’ para contratar un sicario para matar a la vicepresidenta. De Tezanos Pinto recibió en su casa a dos personas que estaban decididas a matar a Cristina. Así como De Tezanos Pinto comenzó a mostrarse amable mediáticamente, Guerra se ganó la amistad de las personas del edificio para ingresar sin problema, tal como relató en la ampliación de su declaración indagatoria. Mientras tanto, los dos conversaban entre sí sobre los movimientos de la vicepresidenta. Afuera, Sabag Montiel y Uliarte esperaban el momento justo para matarla, con un método calcado del propuesto por Jonathan Morel”, siguen.
Fuente: Data Chaoc